Concurso “Celler Noucentista” de Vila-seca
Fechas | 2018 |
Emplazamiento | Vila-seca |
Cliente | Ajuntament de Vila-seca |
Arquitectos | Joan Pascual, Anton Pàmies, Ramon Ausió, Cristóbal Fernández |
Imágenes | Despatx |
PARTICIPACIÓN CONCURSO RESTRINGIDO | 2018
Como indica el programa del concurso, más allá de la recuperación arquitectónica del Celler, era muy relevante hacer compatibles los usos del equipamiento con los programas de museización y divulgación de los procesos vinícolas. Y, para ello, es importante que los recorridos fuesen adecuados para explicar correctamente el uso primigenio de la bodega.
Y si bien la producción del vino comienza en el viñedo, sigue con la vendimia y el traslado de la uva hasta la bodega, el primer contacto relevante entre la uva y la bodega, pasaba afuera, en una plataforma un poco elevada de cota, un espacio presente en la mayoría de actividades agrícolas: la era, también presente en la bodega de Vila-seca.
Tenemos excelentes ejemplos que han cuidado el cómo acercarse a los edificios, hecho siempre relevante en la arquitectura, tanto del presente como del pasado. Si observamos el acceso al Partenón, vemos que se va dirigiendo a los visitantes a través de un recorrido que, desde la entrada por los Propileos, dejando a la derecha el templo de Atenea Nike, los dirige hacia el fondo y, una vez pasado el pórtico de las Cariátides, encontrarse en el tercio posterior del templo y, desde allí, rehacer el camino hacia el pórtico frontal.Algo parecido ocurre en la catedral de Brasilia, del arquitecto Niemeyer, que aleja al visitante para hacerlo entrar a través de una rampa-túnel de suave pendiente, de trazado quebrado, para acabar dejándolo entrar desde de la cota -1 bajo el gran lucernario que rodea los pórticos hiperbólicos de hormigón de la cubierta de la iglesia, de donde cuelgan ángeles o apóstoles.